Wednesday, September 06, 2006
ODISEAS mínimas
Sábado, son las 5 y media. Estoy tratando, como tantas veces ultimamente, de sentarme para hacer o terminar o retocar mi proyecto de tesis. Mi cabeza divaga, estalla, me golpea, me duele, me presiona. Busco explicaciones al problema, las que tengo más a mano. El mate, la yerba es muy fuerte, puede ser...o inevitablemente mi glucemia no está bien. Puede ser que esté muy alta, pero no!, los signos están, ahí, evidentes. La falta de concentración, me distraigo cual recién nacido, todo parece nuevo y desconocido, digno de mi tiempo y predisposición. Me controlo, no a mi inconsciente, controlo la disponibilidad de azúcar en mi cuerpo... 49 mgdl...no llego a ningún lado. La mano me tiembla, nos debatimos, ella y yo, escribí! (le oredeno)...y bien!...no puede, pobre, necesita más azúcar todavía. La impaciencia es algo terrible y más cuando se trata de tu propio cuerpo, querés que te responda...sin embargo, todo lleva su tiempo. Por momentos no entiendo, mis reacciones se hacen lentas, y no concibo que el azúcar, algo tan trivial tenga semejante influencia en mi cuerpo. Caigo, legalmente, en la tentación de comerme un único, por el momento que representa, chocolate. Qué placer...parece tonto, pero cada vez que tengo la oportunidad de saborear un chocolate, me preparo a festejar, a envolverme por su color, su sabor, su suavidad. Lo destrozo, lo mimo, es mío! Egoísmo puro, yo y mi chocolate...y es verdad lo que dicen, te pone de buen humor. Ahora máz feliz y con más fuerza, o nafta en el cuerpo..., vuelvo a mi tesis, wish me luck!.
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